miércoles, 14 de diciembre de 2016

El libro del amor III

En esta ocasión, nos encontramos en el metro, en una de tus continuas visitas a los jardines del Buen Retiro donde, como de costumbre, nos acompaña una preciosa viajera.


Hoy nos encontramos ante una situación del día a día, un trayecto en metro, donde a pesar de la multitud y el desagradable olor, encuentras a esa chica que destaca sobre el resto. Nos ubicamos en el anden de García Noblejas, y nos dirigimos al Parque del Retiro a disfrutar de una cálida tarde de verano. Mientras al tren le quedan aún unos minutos, tú, impaciente, comes una manzana mientras observas a la masa y te das cuenta, que sentada en el penúltimo banco, hay una joven de castaño cabello y dulces ojos color cielo.


Se abren las puertas y te dispones a entrar, inquieto buscas a la chica dentro del vagón pero la muchedumbre no te deja verla. Cuando ya te has dado por vencido, te das cuenta de que has llegado a Pueblo Nuevo, anden en el que tienes que bajarte para coger la linea verde y observas que, ahí esta, delante tuya, caminando lentamente y desinhibida, curiosea su WhatsApp. En ese instante, se le cae el pañuelo y tú te diriges a recogerlo, cuando, ella se da la vuelta y vuestras manos se juntan y fijáis los ojos el uno en el otro. En ese momento, aunque avergonzado por la situación, te dispones a presentarte a ella.


Hola -le dices nervioso- ¿Cómo una chica tan guapa puede ir tan despistada? Ella sonríe y habla contigo mientras por casualidad, andáis hacia el mismo tren. La preguntas por sus gustos, hobbies, estudios y aficiones y cuando te quieres dar cuenta has llegado a Ventas, tu último transbordo, la invitas a tu plan de dar vueltas por el retiro y acepta, ya que tenía programado ir a casa de su ex-novio a por sus cosas.


Cuando ya lleváis un par de horas dando vueltas y la has invitado a un helado, habéis montado en una de las barcas del estanque del retiro, he incluso habéis asistido a una obra de teatro callejera que ocasionalmente se reproducen, la llama su ex enfadado diciéndola que donde se ha metido y que por que no ha ido, ella le dice que esta con un buen amigo y te sonríe, apaga el teléfono y sigue disfrutando de vuestra agradable cita.





lunes, 5 de diciembre de 2016

El libro del amor II

En esta segunda entrega, nos encontramos en una pista de patinaje con tu hermana, su amiga y su bella hermana. ¿Cómo saldremos hoy de esta?  


En esta ocasión, y con motivos de las presentes fechas navideñas, nos encontramos en una pista de patinaje sobre hielo. Hoy estas algo mas estresado por que te ha tocado ir a patinar con tu hermana pequeña y su mejor amigas ya que ayer no recogiste tu habitación, y como castigo, tu madre te ha obligado a acompañarla para que no fuera sola a la cita.


Aunque al principio parece un plan bochornoso y aburrido porque vas a tener que estar durante las dos siguientes horas encargado de dos niñas de once años, la cosa cambia cuando te das cuenta de que la amiga de tu hermana, Sheyla, ha traído a su hermana mayor con la que compartes ese estado de aburrimiento, o eso creías hasta ahora.


Mientras dejáis a las niñas a su aire y sin perderles de vista, te decides por invitar a Mariela a tomar algo a la cafetería del local, y como no, a compartir unas palabras con ella. Estarás algo nervioso por el asombroso nivel físico que tiene y ni corto ni perezoso te dispones a hacer un comentario sobre ello, pero sin abusar, lo importante es que sepa que te fijas en ella pero sin forzar la situación. Cuando lleves la conversación a tu terreno, no te olvides de reforzar tus aptitudes morales a lo mas alto, seamos serios, a todas les gustan los chicos monos, y tu no eres menos. 


Por último, con el número de Mariela en tu agenda y con una cita sin vuestras hermanas pequeñas el próximo sábado, solo te queda darle las gracias a tu madre por sacarte de casa y encontrar el amor, por lo menos, hasta mi próximo post.

viernes, 25 de noviembre de 2016

El libro del amor I

Sentado con tus amigos en una remota mesa de un angosto garito, planeas atemorizado como entrar a una chica sentada en la barra de la taberna.


Es viernes por la tarde, entras en ese bar donde quedas constantemente con tus amigos para hablar de que tal ha ido la semana y tomarte algo, mientras, levantas la mirada y ves a esa chica en la barra, leyendo el mismo libro de siempre con su Coca-Cola light a la mitad. Al mismo tiempo, te preguntas por que es la tercera semana que sales fuera, al frió invierno de noviembre a mear, debido a que no te atreves a pasar delante suya para ir al baño.


El primer error es dar señales de debilidad, miedo, o cobardía. El comienzo debería haber sido ese paso de valentía que hay que dar en ciertas ocasiones, como por ejemplo, levantarte de la mesa y acercarte sutilmente a ella, haciendo como que vas a por la tercera ronda aunque tus intenciones sean otras. Una vez le hayas pedido al camarero lo que querías y esperas inquieto tu encargo, te giras hacia ella y haces una ligera referencia al libro que esta leyendo, en este caso ''Rimas'' de Gustavo Adolfo Bécquer.


Ella se sentirá desviada de su lectura, por eso tienes que ser cuidadoso con las palabras que seleccionas, una buena frase podría ser: "Sin duda no existe mejor rima que la número XXI, se nota que ahí está realmente enamorado de la chica". En ese momento pueden pasar dos cosas. La primera, que la joven te rechace y con cara larga cojas tus tres cervezas y vuelvas a la mesa con tus amigos a sufrir las burlas por el lamentable espectáculo que acaban de presenciar; o en segundo lugar, que la chica se ria con tu comentario y se sienta cómoda contigo, lo cual puede acabar de una manera beneficiosa para ti, no solo porque has conseguido poder ir al baño sin que se congelen tus partes, si no, porque has sacado esa heroicidad de dentro y has conseguido captar la atención de la muchacha.